Santiago Ramón y Cajal (1852-1934) es el más importante científico español de todos los tiempos. Sus investigaciones sobre las neuronas y la estructura del sistema nervioso le valieron en Premio Nobel de Medicina en 1906. Pero también fue un humanista que vivió y sufrió los tiempos convulsos en España de la segunda mitad del siglo XIX y comienzos del XX. Mucho se ha hablado y escrito sobre él segmentando su vida como médico, como humanista e incluso como gran dibujante, pero la biografía más completa e integral de este genio nacido en Aragón la ha investigado y compuesto Francisco Cánovas en su libro “Santiago Ramón y Cajal. Maestro, científico y humanista” (Alianza Editorial).
La gran contribución de Cánovas es mostrar el trabajo y las contribuciones de Cajal en diferentes campos, y la evolución del contexto social, económico y político de la España cambiante que te tocó vivir.
“Cajal no fue un científico encerrado en su laboratorio, ni un espectador neutral de la sociedad. Siempre estuvo atento a los acontecimientos de su tiempo. En la crisis de 1898 sintió que se destruía su anhelo de construir un mundo en paz, «regido por la férula humanística, severa y grata, del saber». En consecuencia, y haciendo gala de un patriotismo crítico y constructivo, alzó su voz para señalar los efectos negativos del analfabetismo, el atraso científico, la escasez de recursos tecnológicos y el aislamiento internacional y para propugnar el desarrollo económico, educativo y científico, factores imprescindibles para impulsar la modernización de España”, afirma Cánovas en libro.
Ramón y Cajal es considerado el padre de la neurociencia moderna, a la que consagró cincuenta años de investigación que le merecieron varias distinciones como el Premio Moscú en 1900, la Medalla Helmholtz en 1905 y el Premio Nobel de Medicina en 1906. No solo fue un sabio de laboratorio, sino que luchó por mejorar la sociedad de su tiempo. Él estaba convencido de que los científicos, los escritores y los artistas debían aportar soluciones a los problemas sociales. Por eso alzó su voz junto a Joaquín Costa, Benito Pérez Galdós y Miguel de Unamuno para reclamar a los gobernantes la regeneración de la vida pública, destacando que la educación y la ciencia constituían las palancas decisivas para impulsar la modernización de España.
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Francisco Cánovas es Doctor en Historia, ha sido profesor en la Universidad Complutense de Madrid y en la Universidad Miguel Hernández (Alicante). Es autor de numerosos estudios históricos, sociales y culturales. Entre sus publicaciones destacan: Los partidos políticos en la era isabelina (1981), El Partido Moderado (1982), Los Decretos de Nueva Planta en los países de la Corona de Aragón (1985), La Reina del triste destino (2005), Yo, Manuel Azaña, tomo la palabra (2007), Historia de Orihuela (2015), Benito Pérez Galdós: Vida, obra y compromiso (2020) y Santiago Ramón y Cajal. Maestro, científico y humanista (2022).