Literaula presenta aquí dos poemas de Ignición, el libro de Julio César Goyes que muestra el encuentro entre dos mundos. La realidad ajena al cabo se torna como propia. Disfrútalos.
Corazón punto com
Un gato sale debajo de la noche recién estacionada,
forja su cola a media luz mientras la televisión monitorea
la conversación en los bares:
un día de estos
desaparecerán los niños —nadie escucha— será como
un naipe entre manos blancas.
Yo soy el truco, la mirada absorta.
El corazón de esa muchacha es punto com,
su respuesta es crucial, el sabor de su cocina fenomenal.
A esta dominicana no la vieron en Holanda,
no habla inglés ni francés —intento liar con ella,
gozar con su lengua materna—, esta morena
busca una palabra que la haga feliz, que defina
su cuerpo en la noche.
La ignición reclama su guarida. El gato hace rato
pasó por el ascensor del miedo.
A quién le importa —le digo como si la conociera
de siglos— si aquí no se habla ni castellano ni eusquera,
ni catalán ni vasco —su cuerpo increpa con sospecha
morena—, si no hablas inglés te han jodido y sus ojos
continúan preciosos buscando el centro de la oscuridad,
su boca entreabierta es perfecta para el beso.
Estás aquí para sobrevivir, no hay nada más —vuelve
a dormir— lo que el calendario marque, la dignidad
quizá es algo distinto a un giro.
El sueño americano ahora es la vieja Europa, lo he oído
en un viejo filme canadiense —vuelve a dormir—.
Yo soy el gato que anda escribiendo por los tejados,
el que comparte esta imagen de ninguna parte,
ese te vas pero te quedas.
Ella es la diosa sumergida en la penumbra,
yo, el sueño radical.
África
Virgen de Atocha salva a los negros del África que cruzan el Mediterráneo bautizados con la sal de su merienda. Ellos aprietan las pateras con las muelas y retan en alta mar a las gigantes olas renovando la hazaña del manchego. Sus ojos anegados encuentran fotografías deshidratadas en todos los periódicos del orbe.
Todos los días la televisión regala al mundo spots de invasores venidos de los cuatro puntos cardinales.
Soy África, en mí sueña el primer hombre.
Todos somos negros —mujer divina— no se puede olvidar la emoción del primer fuego. Andan por las calles con una dirección arrugada en la mano y su columna de Sansón saluda a los que han vencido con una sonrisita de perdón por haber venido.
Si puedes —Virgen de Atocha— dales también una mano a los del Éste y a los Latinoamericanos —de pasada—, pueda ser que estemos inmigrando desde que nacimos y no encontremos reposo en esta tierra. Detén a los que negocian con el secreto de sus lenguas e incluyen en sus compras el deseo de los niños envuelto en su propia eternidad. Mira que sus mochilas exhibidas en los almacenes de cadena están estampadas con el sida de su historia.
Soy una patera sin escora rechazada en todos los puertos.
Virgen de Atocha, tal vez el hambre requiera de vez en cuando un milagro en alianza con la Guadalupana y con la Virgen de Las Lajas que vive en Ipiales velada por madres bondadosas.
Haz que sus cuerpos no se desplomen en las esquinas de Lavapiés y de Atocha, que tengan —señora nuestra— el ingenio para convertir la lluvia de Madrid en agua potable para su sed de vida.
Yo soy África, en mí sueña el primer hombre.
Este libro está disponible aquí:
http://valparaisoediciones.es/tienda/328_goyes-julio-cesar
Julio César Goyes Narváez (Ipiales, Colombia, 1960). Poeta, ensayista y realizador audiovisual. Profesor del Instituto de Estudios en Comunicación y Cultura -IECO- de la Universidad Nacional de Colombia. Autor de Tejedor de instantes (1992), El rumor de la otra orilla: la poesía de Aurelio Arturo (1995), Imago silencio (1996), Imaginario postal (2010), Nubes verdes para una ciudad gris (2010), La escena secreta (ensayo, 2011), La imaginación poética (ensayo, 2012), Arrayán (2013), La mirada espejeante: el cine de Andréi Tarkovski (2016), Pausada percusión (2019), Guáitara, antología personal (2020) e Ignición, Valparaíso ediciones, Granada, España, 2021.